La ampliación de las dos gradas de Gol era un compromiso (explicado en prensa por el club en marzo de 2018) que ha sido reemplazado por otra prioridad la de competir para conseguir que una final europea se celebre en el Ramón Sánchez-Pizjuán. La ampliación de estos graderíos debe seguir siendo lo primero porque es la demanda más importante del sevillismo, que no está siendo escuchado, al ser las zonas del estadio donde los abonos son más económicos. Cuando una entidad cambia su planificación demuestra falta de previsión, compromiso y rigor.
Tampoco entendemos que un club como el Sevilla FC, con 200 millones de presupuesto, y en una ciudad como Sevilla no pueda acometer ambas reformas a la vez: la ampliación de las gradas de Gol Norte y Gol Sur junto a la reforma de la zona de Preferencia para una posible final de UEFA Europa League.
En materia social, la temporada ha sido un desastre absoluto porque la compra venta de acciones desestabilizó a la masa social y ha provocado que hoy haya 2.100 accionistas menos, se ha pasado de más de 10.000 a menos de 8.000 accionistas.