El Sevilla se ampara como siempre ha hecho en la figura de los ingresos atípicos, o lo que es lo mismo, en los ingresos por competiciones europeas o en la venta de jugadores. Éstos, en el modelo actual de negocio del Sevilla cobran una importancia capital, máxime cuando el último balance anual ha sido verdaderamente decepcionante, lo que de alguna manera obliga a compensar con algún traspaso. El club contaba con eso mirando de reojo al mismo tiempo las posibilidades de clasificación para la fase de grupos de la Champions League, aunque asumiendo que incluso alcanzándola se iba a hacer necesaria alguna venta. Ahora, con el nuevo panorama económico abierto por el momento de brusca recesión causado por la pandemia de coronavirus, se hace más patente si cabe la necesidad que el Sevilla tiene de vender a algunos de sus principales activos. Hay dos jugadores que están claramente al alza, Lucas Ocampos y Diego Carlos, sobre todo este último. Sobre ellos ya giraba la tabla de salvación de las cuentas.