Lautaro Acosta, tras no encontrar sitio en el Sevilla y tras su paso por el Racing, encontró acomodo en uno de los grandes de su país: Boca Juniors. Allí inició de forma prometedora el campeonato, gozando de la titularidad, adquiriendo peso específico en el equipo, demostrando que es un jugador de elite y llamando la atención de los técnicos del Sevilla, que no le han quitado ojo.