La tremenda inversión realizada por un jugador de 31 años más próximo a su ocaso que a su explosión tiene algún aspecto positivo y debe dar pie a la esperanza para las dos temporadas que le quedan en Nervión. Llorente, de los pocos servicios que ha hecho al equipo de Emery, puede llevar a gala el haber anotado el gol que permite hoy al Sevilla estar donde está en la Europa League, optando a unas semifinales precisamente ante su ex equipo.