En las gradas del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán se suele escuchar un cántico al unísono en cada partido que el Sevilla Fútbol Club disputa como local: “dicen que estamos locos de la cabeza…”. El fútbol es capaz de todo. Hasta de volver majareta al más cuerdo. Este verano ha llegado a Sevilla un perturbado más. Un loco del gol llamado André Silva. La definición de “killer” en el ámbito futbolístico está íntimamente ligada al delantero aunque con una connotación especial: la obsesión. Un nueve nunca será un “killer” si no está obsesionado con la portería rival, si no tiene el gol entre ceja y ceja cada vez que tiene el balón en sus pies. Son auténticos locos del remate. Y el internacional portugués es uno de ellos.
