«Pienso que hemos perdido una final en la que teníamos puestas todas nuestras ilusiones. Estoy triste por los chicos, han hecho un esfuerzo extraordinario. Sabíamos que para ganarles teníamos que llevarlos al límite y estoy orgulloso de ello. Obviamente, queríamos ganar. Hemos tenido esa opción en el final del tiempo reglamentario, fue nuestro momento. Hemos llevado al límite a un equipo que no había tenido ninguna prórroga en toda la Champions. No veníamos de pose, veníamos de verdad. Sabían que nos tenían que llevar al límite y nosotros llevarlos a ellos al límite. Llevamos doce días de entrenamientos y llegar a una prórroga, es para estar orgulloso del trabajo».