“Es un punto agridulce porque queríamos ganar. Sobre todo, si comienzas perdiendo sin que apenas pisaran nuestra área. Estos errores castigan mucho. Tenemos que mejorar eso para conseguir los objetivos. En el máximo nivel, estas situaciones penalizan. En la primera parte ha podido haber ansiedad, no en la segunda mitad. Hemos tenido ocasiones, el gol anulado a Munir nos hubiera venido muy bien… pero sumamos un punto cuando queríamos los tres. Pero no hay tiempo para el lamento porque quedan seis finales. Cada equipo se juega algo, todos los partidos son finales. Todos los equipos aprietan y no se pueden hacer cuentas en esta parte de la temporada. Hemos merecido ganar, pero no lo hemos hecho. Los méritos se tienen que convertir en triunfos porque los necesitamos para que se cumplan los objetivos”.