i ya el año pasado, pese a una larga racha sin perder en el Sánchez-Pizjuán, al Sevilla se le atragantaban los partidos en casa, sin ciertos jugadores ya las dudas se han agravado de forma preocupante. Lopetegui tiene delante un difícil crucigrama. Empieza por B_ _ _ _ A (jugador al que echa más de menos). La solución escrita es sencilla: Banega. Más complejo es plasmarlo en la hierba. Este Sevilla no es que deba aprender a jugar sin la magia del argentino, sino que debe buscar otros métodos, sobre todo en el inicio de jugada. ¿Le hacen al Sevilla alguna vez una falta en la frontal? ¿El lateral puede hacer un pase atrás o siempre centra en un dos contra uno inverosímil? Atraer por dentro para matar por fuera. Ésa es la teoría. Ni atrae ni mata. Resulta teatralmente sencillo defender al Sevilla con centros a ver qué sucede. No hay otro plan.
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