Los años de Mundial, como las temporadas de último año de contrato, son armas de doble filo en el fútbol profesional. Para unos, los que no tienen nada hecho pero aspiran a estar, es una motivación extra y se saca el máximo jugo, pero en el caso de otros, los que tienen alguna garantía de acudir incluso sin tener que hacer una gran temporada, pues se cuidan digamos que en exceso.