La llegada de Luciano Vietto, al margen de la operación de traspaso de Kevin Gameiro, ya se celebra entre los argentinos de la plantilla sevillista. Hay más en el cuerpo técnico, pero en el campo los que se entienden son los peloteros. El delantero que se dio a conocer en España en el Villarreal y que militó la pasada temporada, no con mucha suerte, en el Atético de Madrid, tiene amigos aquí que ya conocen con más o menos con claridad que se incorporará en estos días a la concentración del equipo en Alemania o, lo más tardar. En el hotel hay órdenes de arreglar su llegada.