– La elección del entrenador: Como una elección va aparejada a la otra, el director deportivo es decisivo a la hora de elegir al entrenador idóneo para lo que el Sevilla de la 2018-2019 deba ser. Porque no es el mismo perfil el de Emery, que el de Sampaoli que el de Joaquín Caparrós.
– Las renovaciones: Uno de los que está en esta tesitura es Lenglet. Después habría que iniciar las conversaciones con Sarabia, que lleva tiempo esperando que se le reconozca su buen hacer en estas dos temporadas.
– Fichajes y salidas: Capítulo fundamental en la confección de la plantilla y en la que tiene mucho que decir el director deportivo, en primer lugar, y el entrenador, en segundo. Sin ninguno de los dos con nombre y apellidos, toda gestión realizada anteriormente debe quedarse en pausa.
– La confección de la pretemporada: Las tres rondas previas de la Liga Europa y la participación en la International Champions Cup, al margen de la Supercopa de España, dejan el final de julio y agosto entero sin margen de maniobra. Sin embargo, el nuevo técnico deberá opinar sobre el arranque de los entrenamientos, las instalaciones donde hacerlas y los posibles amistosos a tener antes de todo ese carrusel de encuentros.