La primera es no ir «con la espada clavada». Es decir, negociar pero no únicamente con esa opción como posible. Tener alternativas, pues «para eso elaboramos listas supervisadas por el entrenador». Se trata de llegar a un precio y si no es posible el acuerdo, a otra cosa. En sus veinte años al frente de la dirección deportiva, las segundas opciones a veces han dado un rendimiento fantástico. Monchi citó los casos de Keita, Luis Fabiano y Kanouté. El otro consejo es sacar lo máximo, pero sin abusar de la otra parte. Para Monchi es fundamental que el apretón de manos final sea sincero. Que aun en una hipotética situación de fortaleza propia, el de enfrente se quede plenamente satisfecho, ya que «esto gira, este mundo da vueltas y al cabo de los años te puedes volver a encontrar con la otra parte», afirmó Monchi.