El Sevilla se juega su ser o no ser en Champions este miércoles en Salzburgo. Aunque jugará con la ventaja del factor ambiental, al disputarse el partido a puerta cerrada, tendrá en contra a los elementos medioambientales, como ya ocurrió contra el Alavés.
Para la hora del partido se espera que el termómetro esté a menos 5 grados y con posibilidades de precipitación, que serían en forma de nieve. Una temperatura a la que están mas acostumbrados los austriacos, y otra batalla física para un equipo que se encuentra muy mermado en ese aspecto y con más posibilidades de lesiones.