Cuando José María del Nido anunció al término de la pasada temporada que el presupuesto iba a reducirse drásticamente, que había que recortar gastos y que una de las fuentes de ingresos iba a ser la venta de jugadores, todos pensaron en que los tres nombres por los que más dinero se podía recaudar eran Gary Medel, Álvaro Negredo y Jesús Navas. Descartadas las dos últimas por el perfil difícil de encontrar de delantero de calidad del vallecano, y por la idiosincracia del palaciego, el chileno se convertía en la principal vía de ingresos siempre y cuando llegase una buena oferta por él.