En primer lugar, consideran que, en condiciones en las que no haya público, las obras de preferencia del Ramón Sánchez-Pizjuán no son un incoveniente para realizar actividad en el interior del recinto. Por otro lado, la imposibilidad de adaptar el estadio Jesús Navas a las condiciones adecuadas. Empezando por el hecho de que solo el primer equipo haría uso de las instalaciones, sería necesaria una adaptación lumínica, a la par que habría que instalar el sistema VAR. Ambas, inviables desde el punto de vista del club. A ello, se suma la publicidad estática LED, necesaria de cara a la retransmisión televisiva. En conjunto, el coste superaría el medio millón de euros. Una cantidad que no es viable y que, además, desde Eduardo Dato ven como un gasto innecesario.