El objetivo fundamental que tiene el Sevilla a corto plazo, es asegurar la permanencia. El próximo domingo hay un encuentro trascendental en Leganés, en el que los de Joaquín Caparrós deben obtener el triunfo.
Una vez que se asegure de forma virtual, hay que buscar un entrenador, ya que el club tiene completamente claro que Joaquín Caparrós solo ha sido fichado para estas últimas siete jornadas.
La temporada pasada, la dirección deportiva dió, como suele ser habitual, muchísimos bandazos. Primero Enzo Maresca, después Sarri, Jagoba Arrasate, y casi por descarte, apareció García Pimienta.
Según cuentan en Orgullo de Nervión, el club ya lleva un tiempo buscando opciones interesantes para el banquillo, pero se encuentra dos problemas muy importantes.
El primero de ellos es la falta de dinero, el entrenador que venga no puede suponer un gasto alto, además de no tener la posibilidad de hacerle varios años de contrato.
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El segundo es que la directiva es una trituradora de entrenadores, hay bastante inestabilidad, por lo que no es un destino muy atractivo para ningún técnico que esté en un buen momento de su carrera.