El máximo dirigente del Sevilla FC se mostró indignado por la actitud de los aficionados radicales que provocaron la vergonzante pelea tras el partido. Y no se cortó un pelo, es más, lo visto le sacó de quicio hasta el punto de proferir graves insultos: “¡Son unos hijos de putas! ¡Yo me mataba con ellos!”, fueron las lindezas que les dedicó por no dar crédito a la invasión de campo y lamentable pelea que acababa de contemplar.