Dentro de la necesaria renovación de la plantilla hay dos futbolistas cuyo futuro es una incógnita porque llegaron en enero como cedidos y su rendimiento, con números en la mano, no aconsejarían su continuidad. Se trata de Layún y Sandro, quienes, en cambio, están avalados por otros valores intangibles que también son colocados en la balanza a la hora de apostar o no por un jugador.
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