Desde la Federación, esa que abogaba por el respeto y los valores, no tardaron ni una semana en, en medio del proceso de reconstrucción de la selección, ofrecerle el cargo de director deportivo de la RFEF a Carlos Marchena, con una oferta que llegaba a quintuplicar el salario que percibe en el Sevilla. Un caramelo para cualquiera. No obstante, el de Las Cabezas de San Juan rechazó la oferta apelando a la palabra dada al club y al compromiso adquirido en su momento de afrontar, junto a Paco Gallardo y Joaquín Caparrós, el proyecto de relanzar al Sevilla desde la dirección de fútbol.