El jueves pasado, día de las semifinales de la Liga Europa, Luis Alberto, ex del Sevilla y el Liverpool, se encontraba en casa de Lucas Pérez, el goleador deportivista. Habían tenido una intensa sesión de trabajo y, con Coca Cola en mano, se tumbaron relajados en el sofá para presenciar los dos partidos. «Fue un lío porque íbamos cambiando de canal cada cinco minutos. Lucas jugó en Ucrania y también quería ver al Shakhtar Donetsk. En mi caso, pues ya se puede imaginar. Con el Sevilla y el Liverpool. Fue raro. La verdad. El Sevilla es mi casa y el Liverpool es mi club».