Óliver Torres entraña el típico caso de futbolista con vitola de estrella juvenil que nunca llega a cumplir con las expectativas marcadas. El centrocampista cacereño debutó con el primer equipo del Atlético de Madrid a los 17 años y no lo tuvo fácil desde el momento inicial porque no era del gusto de Simeone. Ocho años después de aquello, el jugador se encuentra en la agenda del seleccionador español Luis Enrique. El jugador, actualmente asentado como una de las piezas clave del Sevilla de Julen Lopetegui, ha tenido que vivir un recorrido por el desierto hasta por fin encontrar el reconocimiento que nunca llegó a tener de rojiblanco. Luis Enrique le tiene en cuenta para una posición sobrepoblada en la selección española como la de mediapunta. Jugadores como Thiago o Isco poseen mucho más galones que un Torres que no ha debutado con la absoluta a sus 25 años, pero ha adquirido una gran madurez esta temporada.