Se respira una profunda decepción y mucha incertidumbre en el Sevilla. Los resultados han puesto a Pablo Machín a los pies de los caballos y, quizás en otro mes del año más temprano, el soriano ya habría dado con sus huesos en la cola del paro. Sin embargo, ni Joaquín Caparrós, director de fútbol, ni el Consejo de Administración, tienen muy claro que un cambio en el banquillo sirva de revulsivo real. Y el Sánchez-Pizjuán, claro. Se agarran al estadio nervionense para salir de la crisis con dos partidos esta semana.
No creo que sea la solución cambiar a Machín,es apostar por jugadores más fresco que los hay,y defensa de cuatro,no me digáis quienes pues lo pensáis igual que yo,quienes son los refresco