Marcelino García Toral nació en Asturias, la cuna de la sidra y el cachopo. El técnico de Villaviciosa, de 52 años y rictus serio como innegociable carta de presentación, no es integrante del clan del perfume, aquel que apadrinó Pep Guardiola y al que se ha unido una colección de entrenadores jóvenes que dominan el inglés y las técnicas del marketing del fútbol. Jogo bonito, gafas de sol de última generación y redes sociales como una presunta combinación perfecta que funciona de manera milimétrica. Vincenzo Montella, aquel que se ha aficionado a reavivar aquellos cruces de declaraciones entre Sevilla FC y Real Betis que fueron enterrados cuando en Nervión inmortalizaron un GIF con los títulos de la Liga Europa, es un tipo elegante que usa perfume caro y bufanda a juego.
