Para la presente temporada, el club ha presupuestado en 58 millones los beneficios por traspasos, por lo que el margen para acudir al mercado invernal para Óscar Arias es ciertamente holgado. Ya se han gastado diez millones en la contratación del lateral izquierdo Guilherme Arana, que no era una prioridad en el plantel pero sí una oportunidad de mercado por la proyección de futuro del brasileño. Aún resta dinero en las arcas sevillistas para ir al mercado en enero a por jugadores de ciertas garantías (y de cierto coste). Además, la situación de Nzonzi, si no se arregla, algo que parece bastante complicado, propiciaría su venta, lo que daría más dinero para reforzar a un plantel que necesita, al menos de dos o tres refuerzos más. Un defensa central, un centrocampista (o dos si se marcha Nzonzi) y un delantero que apriete las tuercas a Muriel, ya que Ben Yedder está cuajando unos números bastante buenos.