Mariano José Pulido Solís (Marchena, 1956) es un ejemplo de amor al fútbol y un caso evidente de futbolista precoz, que siempre jugó en una categoría superior a su edad, enfundándose la camiseta del Sevilla FC con sólo 17 años de la mano de Santos Bedoya y en Primera con 19 años, gracias a Roque Olsen, en un puesto de máxima responsabilidad, defensa libre.