Unai Emery ha pedido paciencia para Marko Marin, del que ha dicho que como cada jugador tiene altos y bajos. Pero el caso del alemán resulta singular. Elevado a la categoría de estrella en verano, cuando destacó en la fase previa, ahora aparecen dudas sobre él cuando de lo que parece tratarse es de aprovechar sus características futbolísticas. Ofrece desequilibrio porque es un buen driblador pero sus largas conducciones, con irregular lectura del juego, genera desequilibrios en defensa. Más allá de debates, es un jugador aprovechable así que el trabajo de Emery es optimizar sus características. Hoy recupera la titularidad para intentar mantenerla el domingo ante el Almería.