A menos de una semana para el inicio de la Liga y tras cuatro partidos oficiales ya disputados, al Sevilla de Pablo Machín ya se le ven algunas maneras interesantes aunque aún muy lejos del objetivo final que plantea el técnico soriano. Tres partidos ante rivales de inferior nivel (Újpest y Zalgiris) y otro ante un gigante como el Barcelona han mostrado la capacidad de Machín para adoptar diferentes roles en el terreno de juego: el de dominador y el dominado, sobre todo.