El fichaje de Ganso es una petición expresa de Sampaoli, que confía muchísimo en sacarle el máximo provecho a un futbolista que a sus 26 años aún no había dado el salto a Europa pese a su exquisito toque. Cierta pusilanimidad en su carácter, con un punto bohemio e inconstante, lo impidió, pero el técnico argentino quiere darle galones y confianza para que rompa su excelso trato del balón, propio de unos pocos virtusosos. Si rompe Ganso, jugador de 1,84 metros que sube la media de altura de la medular aunque no destaca por el trabajo defensivo, levantará a los aficionados de los asientos.
El otro zurdo, Franco Vázquez (Córdoba, 22-02-89), argentino pero internacional por Italia un par de veces, debe firmar también mañana como sevillista por cinco temporadas. Ocho meses mayor que Ganso, en el Palermo ha llamado la atención por su capacidad para romper líneas desde la mediapunta, con desborde, regate y un gran disparo, además de una visión de juego para combinar en corto sorprendente pese a su altura (1,86). Llega con 27 años para unirse al amplio abanico de opciones por detrás del delantero.