Al igual que ocurriese el año pasado, el camerunés, una persona imprevisible, comienza a moverse para dilucidar su futuro. Entre otros motivos, porque finaliza contrato el 30 de junio y no quiere estar otro verano en blanco sin conocer el club dónde jugará el año próximo. El africano de hecho ha viajado ya a Turquía para reunirse con el Trabzonspor, que le ha puesto encima de la mesa una suculenta oferta. El Sevilla tratará de retenerlo, aunque sin tirar la casa por la ventana.