El cuadro nervionense está obligado a salir con todo en el coqueto estadio que acoge los partidos del Istanbul Basaksehir para resolver la eliminatoria por la vía rápida, sin pensar en la vuelta que tendrá lugar seis fechas después en el Ramón Sánchez-Pizjuán. La experiencia debe servir para algo y la memoria colectiva del sevillismo aún no habrá mandado al limbo del todo al Sporting de Braga por mucho que después cayeran bastantes éxitos en forma de títulos en las vitrinas de los blanquirrojos. En el norte de Portugal se comenzó a pergeñar la época más negra, si se puede denominar así, del presente siglo XXI para la entidad y bueno sería arrancar esta eliminatoria previa de la Liga de Campeones con las baterías a tope.
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