El golpe asestado por el Sevilla FC hace una semana en El Madrigal debería ser suficiente para que el bombo de mañana en Nyon contenga una bola con el nombre del club de Nervión. Gran parte del trabajo de la eliminatoria de octavos de final de la Liga Europa lo realizó el conjunto de Unai Emery en terreno de juego castellonense, donde una lección táctica del preparador de Fuenterrabía, con un Iborra y un Mbia sensacionales, puso un 1-3 que deja con pie y medio a los sevillistas en los cuartos de final. Pero queda aún ese medio que certificar. El Villarreal no se resigna a dar la eliminatoria por perdida y llegará a Nervión con la intención de, al menos, poner en aprietos a su rival desde el pitido inicial.