José Luis Mendilibar fue destituido quizás prematuramente en el Sevilla FC hace apenas un mes, cuando hacía poco tiempo antes había salvado al equipo del descalabro de la segunda división y conseguido ganar la séptima Europa League para la entidad.
La borágine en la que se encuentra el club se lo llevó por delante, cuando ahora precisamente se pide paciencia y un proyecto, que podría haber encabezado perfectamente el técnico vasco.
Ahora, con el paso de los días y desde la distancia, Mendilibar ha hecho repaso de su corta, pero intensa etapa sevillista:
– Con qué se queda: «Nos quedamos con lo que hicimos la temporada pasada. Lo primero que había que hacer era salvar al equipo. Lo hicimos con solvencia. Después tuvimos el premio de la Europa League, de jugar Europa y tuvimos el acierto y la suerte de ganarlo. Es con lo que me quedo de Sevilla».
– Sin memoria: «Es gratificante salir vitoreado, pero hay que saber que el fútbol son altibajos y tiene poca memoria. Todos los equipos quieren ganar. Después de cuatro días nadie se acuerda de como jugaste».
– Su idea de juego: «Yo tengo mis ideas. Y mi idea de juego es que el jugador se haga a mi forma de jugar. Sí es verdad que en algunos sitios no ha salido bien. Que no hemos sido capaces de hacerles cambiar… ¡en muy pocos, eh! En uno, sobre todo. Que venían de jugar de una forma y no pudimos cambiarle porque estaban hechos a jugar defensivamente y les pedíamos apretar arriba. Pero es adaptar al jugador. Dentro de veintitantos tíos tendrás jugadores que se adaptan más a una cosa u otra. Y yo tengo que intentar que el máximo de gente se adapte a lo que yo le pido».
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– Su relación con la Dirección Deportiva: «Para empezar, el director deportivo es entrenador y tiene sus gustos. Si está entre dos jugadores que uno le gusta más a él y otro a mí, ¿por quién va a hacer más fuerza? Es muy difícil jugar ante eso. Habrá alguno que yo pida y que me traiga, y otro que lo fichará porque puede ser interesante para el club».
