Difícil de asimilar hubo de ser para Míchel la ocasión perdida de sumar tres puntos en Vallecas, máxime mirando lo que le viene al Sevilla después del parón, con sendas visitas a Nervión de Madrid y Barcelona. El técnico habló de repartir responsabilidades, pero les recordó a los suyos que se juega para ganar y que la ambición en el fútbol implica tener acierto y marcar goles, además de jugar bien.