Míchel llegaba a la sala de prensa de Cornellá tremendamente enfadado, algo que quedaba reflejado en sus palabras: “Ni hablo de los árbitros, ni voy a hablar. Estoy indignado. No lo decimos nosotros, hemos escuchado que el árbitro ha pitado. Pero si encima nos expulsa a un jugador… Es una falta de sensibilidad increíble. No digo que sea una actuación indignante, digo que estoy indignado, porque yo me estoy jugando el puesto de trabajo. Si una pita, pita. No estoy hablando de los árbitros, sino de lo que ha pasado”.