Míchel González, entrenador del Sevilla, no ha estado especialmente crítico con sus jugadores pese a la derrota en casa ante el Valladolid, a sabiendas de que el viernes toca visitar al Español y es importante mantener la moral.
El técnico asume la responsabilidad por el mal resultado y entiende que hay cosas mejorables, errores que hay que corregir y, sobre todo, el acierto de cara a la meta rival. Pero pide tranquilidad, mantener la calma para no caer en un exceso de nerviosismo que, entiende, no conduciría a nada positivo.