El preparador fue más allá y habló de respeto por la camiseta: “Todo se viene abajo cuando lo hacemos sin ningún interés. Qué casualidad, nunca funciona lo que el entrenador determina, nunca funciona lo que se trabaja. Sí cuando empiezan las segundas partes y cuando tenemos el marcador en contra… Hay cosas como el apretar, el tener la posesión del balón, adelantar las líneas que no obedece a lo que el técnico diga.