«Le deseo lo mejor; haciendo las cosas bien van a conseguir los objetivos. Yo qué voy a estar mal, si cada año sale mi nombre…», decía Caparrós justo cuando Míchel prefirió desmarcarse de la conversación. «Perdona, Ramón; perdona, Joaquín, me tengo que ir, un abrazo a ambos», se despidió Míchel del técnico y el periodista.