En la pasada campaña, entre los medios de comunicación, los aficionados sevillistas y los entendidos de fútbol en general se repetía una máxima a la hora de valorar el rendimiento del Sevilla: «Hay un buen once titular, pero después miras al banquillo y no hay nadie que sirva de revulsivo. Nadie que te cambie un partido». Por aquel entonces, Emery se giraba en su área técnica y encontraba entre los habituales suplentes a gente como Javi Hervás, Manu del Moral, Stevanovic, Babá y Botía. Futbolistas todos ellos que hoy en día no forman parte de la plantilla sevillista, y que fueron señalados en esa reestructuración revolucionaria llevada a cabo por la dirección deportiva liderada por Monchi.