Monchi, director deportivo del Sevilla, destacó la responsabilidad de su cargo en el club hispalense y la necesidad de la planificación y del trabajo para lograr el éxito, en el transcurso del congreso AK Coaches World.
«Cuando he improvisado, me he equivocado. Y por eso hay que dividir el trabajo. El uso de planificación ha perdido sentido. Para mí es evitar la improvisación, marcar la hoja de ruta y dividir el trabajo. Si no eres capaz de soportar y convivir con la presión, tomas decisiones que no tienen nada que ver con tu ruta».
«Un ejemplo de hace muchos años: en el 2005, en el último día de mercado, el Real Madrid se llevó a Sergio Ramos y no había planificado bien. No tenía un recambio para él. El director general me habló de un serbio, miré la reunión que tuve con el agente, Pedja Mijatovic, era Ivan Dragutinovic. Mis amigos de Bélgica me dieron el ok, fue un éxito, jugó siete años y ganó seis títulos. Pude pensar que no era tan complicado, pero lo era. Acerté por suerte, podía salir cara o cruz».