Lo ideal, claro está, sería que para la cita del Santiago Bernabéu, el 18 de enero, Lopetegui ya pudiese contar con ese 9 que le dé un relevo de garantías a De Jong, un delantero que además de sostener la estructura del equipo desde arriba aporte goles o cubra ese vacío que hay en la llegada de la segunda línea. El sistema es el que es y no beneficia ni a Munir ni a Chicharito, otro que podría salir. Pero la tarea de Monchi y su equipo de trabajo no es sencilla, porque después de los 140 millones de euros en traspasos invertidos en verano tampoco hay mucho margen para maniobrar en los precios en que se tasan a los delanteros que garantizan gol. En esa encrucijada se encuentra Monchi en la búsqueda de un 9 tan condicionado.