Monchi ha explicado que “cuando decido dar el paso, la posibilidad de no conseguir lo que pretendía existía. Estoy algo triste porque no he sido capaz de que nadie me creyera. Ese quizás es la pena más grande que tengo, el no haber sido capaz de algo tan sencillo como yo planteaba, no convencer a casi nadie. Pero eso ya es historia, porque estoy totalmente volcado a lo que es mi trabajo.