«No lo voy a descubrir. Tiene un margen de crecimiento y de rendimiento magnifico, se adapta muy bien a lo que buscaba Julen para jugar de 8 o de 10, por delante del pivote defensivo en el 4-3-3. Calidad, último pase, buen manejo del balón, jugador que protege bien el balón y recupera tras pérdida. Óliver reunía esas condiciones y lo conocía el entrenador. Miel sobre hojuelas”, completa Monchi. Además, el director deportivo se muestra muy contento con la implicación de Julen Lopetegui, y no teme que la afición le exija más de lo normal. “El Sevilla se ha vuelto exigente, la afición también, porque cuando ganas lo que ha ganado el Sevilla en los últimos quince años las exigencias son muy altas. No creo que sean distintas con Julen. No veo una diferencia en que yo hubiera elegido otro entrenador. He apostado por él porque creía que reunía las características para este proyecto. Necesitaba un entrenador que confiara en la dirección, que hablara el mismo idioma, en sentido estricto y figurado».