Durante su ausencia de casi dos años, sus sustitutos en el cargo, Óscar Arias y Joaquín Caparrós, generaron inversiones y altas de futbolistas que en su mayor parte no dieron ni los rendimientos deportivos ni las plusvalías esperadas. Monchi ha tenido que hilar muy fino para ir corrigiendo la fisonomía de la plantilla, sin infravalorar sus activos, e ir adaptándola a sus preceptos y presupuestos. No está siendo una empresa fácil, si bien en el primer curso tras su vuelta, el gaditano ya consiguió de forma brillante armar un proyecto campeón, levantando la sexta Europa League y obteniendo el billete para la Champions. En poco más de año y medio, el de San Fernando ha prescindido de forma permanente (ya no tienen vínculo alguno con el Sevilla FC) de hasta ocho futbolistas que aterrizaron en Nervión de la mano de Óscar Arias primero y de Joaquín Caparrós después, en el periodo de ambos entre 2017 y 2019.