Montella ha traspasado la euforia a la afición, pues piensa que es sentimiento no tiene que contagiar a la plantilla. “Cuando se gana siempre es mejor. Crece la moral, la confianza y el entusiasmo, pero para mí la euforia es peligrosa. Debemos estar entusiasmados pero no eufóricos, los aficionados sí, pero nosotros debemos concentrarnos en el partido”.