Reguilón sabe que es un verano muy importante en su corta pero prometedora carrera y, según apuntan a este periódico desde su entorno, eso va a marcar su decisión. Tanto es así, que acaba de cambiar de representante. Con contrato hasta 2023 en el Real Madrid, sabe que no tiene sitio en el carril zurdo del Santiago Bernabéu. Allí no va a tener, ni muchísimo menos, el protagonismo que le ofrece el Sevilla de Julen Lopetegui. La pregunta, entonces, es: ¿qué rol tendría en esos clubes dispuestos a pagar una millonada por él? Ahí está la clave, ya que la 20/21 es una temporada decisiva. La cita olímpica es un motivo de peso para escoger bien de cara a la 20/21. No obstante, el gran reto de Reguilón está en hacerse fuerte en la selección absoluta en año de Eurocopa y cuenta con muchísimas posibilidades de éxito. Por todo ello, unido a la obvia pero no menos importante necesidad de no frenar en seco su progresión en la élite, Reguilón es consciente de que no le conviene empezar de cero y menos en un equipo nuevo.