La Comisión Antiviolencia ha acordado imponer una multa de 4.000 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos por un período de 12 meses a un aficionado que, en el partido Sevilla-Betis, profirió gritos racistas y xenófobos contra un jugador del Sevilla, lo que provocó una protesta generalizada de la afición local.