Muriel destiló un juego muy serio, estuvo atento siempre y trabajó de forma incansable con y sin balón. Y marcó, que es para lo que ha venido a Nervión. Con todo lo que se ha dicho de él y del director deportivo que lo trajo, el ex de la Sampdoria es ya el máximo anotador del Sevilla en LaLiga, con tres dianas. Festejó su tanto al Celta con alegría, brindándoselo a sus padres… y se acordó en la celebración de un amigo al que «le quería decir que lo mío no era problema de peso; se trata de estar feliz, de estar bien y jugar al fútbol».
