Marcharse del Sevilla FC fue la peor decisión de Vitolo en su vida futbolística. Desde su salida de Nervión por la puerta de atrás y con una gran carrera por delante, no ha vuelto a ser ese jugador que deslubraba en la capital hispalense.
Cedido este año al Getafe tras renovar por dos años con los colchoneros, el equipo del sur de Madrid no ejercerá la opción de compra, ya que apenas ha jugado 215 minutos en lo que va de temporada.
En el Atlético tampoco lo quieren, por lo que es muy posible que le de la carta de libertad para que se busque la vida.
En segunda división, en Las Palmas podría encontrar cobijo como cuando fue actor necesario para el engaño del club rojiblanco cuando tenía vetada la opción de fichar allá en 2017.
Vitolo sabe que actuó mal y ya pidió disculpas, pero la fuerza del karma sevillista todavía le persigue.