Se da la circunstancia de que Jiri Müller, el agente del central internacional checo que ha quedado libre del Besiktas, también lo es del Fulham, y eso dificultó aún más la operación. Pero lo que frenó en seco la negociación producida en Mónaco la semana pasada fue las elevadas pretensiones del jugador. Müller pidió un millón y medio de euros por prima de fichajes y más de un millón neto por temporada. Salía más caro que Cata Díaz, al que el Sevilla intentó sacar sin coste de traspaso o con un mínimo precio antes de que se entrometiera el Atlético de Madrid.