Nervión se apresta a vivir otra noche en ebullición. Una de tantas en su trayectoria contemporánea. La eliminatoria ante el Espanyol apuntaba al Sevilla como claro favorito. Pero hablamos de la Copa. De ese torneo que, aun sin la carga incierta de los cruces a partido único de los ingleses -Chelsea, City o Tottenham bien que lo sufrieron el sábado-, mantiene su querencia a la sorpresa. Y como el Sevilla que compareció en Cornellà hace una semana jugó de mentira, la lógica se diluyó como se diluyó el extraño equipo que dipuso Emery en la ida.